Para la próxima campaña 2025/20626 se proyecta un fuerte aumento en la producción de maíz estadounidense y un escenario de producción y consumo récord del cereal a nivel mundial.
La producción mundial del grano, de acuerdo al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) se proyecta en 1.266 millones de toneladas, un aumento de 43 millones de toneladas en relación con la campaña anterior.
Mientras tanto, el consumo mundial se proyecta en 1.276 millones de toneladas, con un aumento de 22 millones de toneladas versus el año anterior.
El comercio mundial aumentaría en seis millones de toneladas, de 190 millones a 196 millones como consecuencia de la mayor demanda global, traccionada por México, con una necesidad de 25 millones toneladas; los países del Sudeste de Asia, con 21,5 millones; la Unión Europea, con 20,5 millones; Japón, con 15,5 millones; Corea del sur, 11,5 millones y China, con 10 millones de toneladas.
Estos seis destinos importan un total de 104 millones de toneladas, cifra equivalente 56% de las importaciones totales.
Por el lado de la oferta, los cuatro principales países exportadores son: Estados Unidos, con 68 millones de toneladas; Brasil, con 43 millones; Argentina, 37 millones y Ucrania, 24 millones de toneladas.
Tanto Argentina como Ucrania tienen una matriz exportadora muy similar, exportan entre el 70% y el 79% de su producción.
La importancia de esta matriz 100% orientada en el comercio exterior radica en el momento que entran al mercado mundial la oferta de maíz de estos dos países.
Es diferente al momento en ingresa el maíz de los Estados Unidos y Brasil, que solo exportan el 17% y el 33% de su producción respectivamente.
Esto se debe a que en el caso de los Estados Unidos destina 140 millones de toneladas el 35% de su cosecha, para la producción de etanol de maíz
En el caso de Brasil el maíz de primera se cosecha entre febrero y junio, pero no está orientado a la exportación, ya que su mayor parte se consume en los estados del sur: Parana, Santa Catarina y Río Grande do Sul, para la producción de proteínas animales.
En cambio, el maíz de segunda también conocido como safrinhia, que se produce en los estados del centro-oeste, (en especial Mato Grosso), se cosecha entre los meses de septiembre a noviembre, e ingresa en el mismo momento de la cosecha de maíz estadounidense y ucraniano.
Mientras tanto, Argentina tiene su cosecha y sus exportaciones concentradas entre los meses de marzo a mediados de agosto, con una participación cada vez mayor del maíz de segunda o siembra tardía, que se cosecha a partir del julio.
Esta es la gran ventana de oportunidad para exportar que tiene nuestro país, pues ningún otro país puede competir con precio con el maíz argentino.
Hay que agregar, como factor plus para la demanda, la mejor calidad de nuestro maíz al tener características de granos duros y vitreos, en comparación con los maíces con alto contenido de almidón de otros orígenes.
En el caso de las perspectivas de siembra, los farmers estadounidenses ya eligieron aumentar la superficie de maíz en 1,9 millones de hectáreas, con lo que podrían llegar a tener un volumen de producción récord de 402 millones de toneladas.
Para llegar a ese volumen de producción, el Usda proyecta rindes de 11.300 kilos por hectárea, muy cerca de los 11.254 kilos de la cosecha anterior.
En Argentina, la intención de siembra de maíz se proyecta en aumento debido a la actual relación de precios, que de manera nítida favorece al cereal.
En la actualidad, la relación de precios entre el maíz y soja es de 1,59:1 (se necesitan 1,59 kilos de maíz para comprar uno de soja) en base a los precios en el disponible y de 1,62:1 para los precios de la nueva cosecha. Relaciones de precios arriba de 1,8:1 son favorables para soja: como vemos el productor no se equivoca en sembrar mas maíz.