Flick pide proteger a los árbitros antes de la final: «No respetarlos es no tener fair play»

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La tensión no va con Hansi Flick, que trata de imponer su filosofía zen siempre y cuando no le busquen demasiado las cosquillas. Por eso, no extrañó que cuando asomó en la sala de prensa de La Cartuja, donde este sábado su Barcelona se enfrentará al Real Madrid en la final de Copa, el técnico alemán intentara rebajar un clima de tensión que comienza a ser irrespirable.

Que Ricardo de Burgos Bengoetxea, el árbitro principal de la final, rompiera a llorar este viernes ante el acoso sufrido mientras su compañero en el VAR, Pablo González Fuertes, animaba a decir ‘basta’, ha agrietado una irreal burbuja de concordia ante la que se presupone gran fiesta del fútbol español.

«No sé qué decir», se arrancó Flick, aunque tenía su mensaje más que claro. «No respetar a los árbitros es no tener fair play», afirmó rotundo. Y se explicó: «Para mí esto es un deporte. Solo un juego. Fútbol. Nuestra responsabilidad es proteger a los jugadores y a todo el mundo en este ambiente. No está bien. Sobre el terreno de juego hay decisiones, pero después del partido hay que dejarlo todo atrás. Los aficionados quieren ver a los futbolistas cómo juegan. Y necesitamos a los árbitros. Tenemos que cuidarlos», abundó.

No hubo más preguntas al respecto, aunque fue suficiente.

A vueltas con el triplete

Bastante tenía Flick con tramar un plan que le permita continuar con su racha de salir victorioso en todas las finales como entrenador. Y con rebajar la euforia de una hinchada y de un entorno mediático que reclaman el triplete con insistencia, con la Champions y la Liga como próximos objetivos. «Empezamos un viaje al principio de la temporada y queremos luchar por todos los títulos. Tenemos la oportunidad de ganar tres títulos, pero sabemos que será difícil».

Antes, claro, tendrá que enfrentarse a un Real Madrid que, históricamente, sacó su espíritu de supervivencia en las situaciones más complejas con un Ancelotti que viene de caer ante Flick las dos veces que se han cruzado esta temporada (el 0-4 de la Liga y el 2-5 de la Supercopa de Arabia). «A mí me gusta que el equipo respete al rival, y el Real Madrid es un gran club con un gran equipo. Hay que respetarlo». Aunque el rendimiento de su equipo hace que mantenga una fe inquebrantable en su grupo: «Yo creo en mis futbolistas. Luchamos siempre hasta el final».

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