Chris Carter es un filósofo formado en la Universidad de Oxford e investigador de diversas temáticas relacionadas con la vida después de la muerte. Escribió al respecto tres libros: Science and the near-death experience; Science and psychic phenomena; y Science and the afterlife experience. También escribió varios artículos publicados que abordan temas controvertidos del mundo de la ciencia y la filosofía. Recientemente, brindó una entrevista al medio británico Daily Mail en la que asegura tener pruebas de que “la muerte no es el fin” y que “existen siete niveles en el cielo”.
El canadiense sostiene que en lugar de ir directamente al cielo o al infierno, existe una progresión estructurada de la conciencia después de la muerte. Carter investigó y analizó visiones y apariciones en el lecho de muerte e incluso habló con niños que recuerdan una vida anterior hasta personas que tuvieron experiencias muy cercanas al deceso. “Es evidencia de la reencarnación”, asegura. La reencarnación es la creencia de que, después de la muerte, el alma o la esencia de una persona vuelve a nacer en otro cuerpo, que puede ser humano, animal o espiritual.
Para describir los siete niveles de cielo e infierno, Carter analizó los detallados “mensajes” posteriores a la muerte de Frederic Myers, el fundador de la Sociedad para la Investigación Psíquica, que ocurrió en 1882. Sobre el primer nivel, dice: “Depende de cuánto hayamos evolucionado, espiritual y moralmente, en la Tierra”. El segundo nivel es Hades, que el filósofo lo llama el estado intermedio. “Es el plano astral, nada siniestro, sino simplemente un lugar de descanso temporal en la frontera de dos mundos”, afirmó.
El escritor continuó con la descripción de los siete niveles del cielo e infierno: “El tercer plano es muy similar a la Tierra, pero con una belleza que trasciende con creces lo terrestre, donde comunidades de individuos con ideas afines y gustos similares se reúnen y viven en entornos construidos mutuamente».
El cuarto plano es Eido. “Es el verdadero mundo celestial”, afirmó y lo describió: “También similar a la Tierra, pero dotado de colores y paisajes desconocidos para los humanos y más bellos de lo que cualquier simple mortal pudiera imaginar”. Con respecto a los planos siguientes, el filósofo explicó que “los planos quinto, sexto y séptimo son cada vez más difíciles de describir, ya que se alejan cada vez más de nuestra experiencia terrenal“.
La figura de Dios o ver una luz al final del camino se relaciona mucho con el momento de la muerte, por lo que Carter indicó: “La razón por la que los recién fallecidos no ven a Dios es simplemente porque, al principio, somos demasiado primitivos y después de dejar la Tierra, ocupamos planos de existencia que no son ni de lejos lo suficientemente exaltados o avanzados como para acercarnos a lo divino”.
Al ser cuestionado sobre qué es lo que sucede y en qué nivel existe la presencia de Dios o el ser superior, el filósofo insistió en que ”eso no sucederá pronto». “Myers, en sus comunicaciones post mortem, describe a Dios como algo muy, muy superior a lo humano, y nosotros… solo podemos acercarnos en lo que él describe como el séptimo plano”, finalizó.