El presidente Javier Milei eliminó el tuit en el que promocionaba el token cripto $LIBRA, vinculado al proyecto Viva La Libertad Project, tras reconocer que no estaba al tanto de los «pormenores» de la iniciativa. En un nuevo mensaje, explicó su decisión y apuntó directamente contra la «casta política» por intentar sacar rédito del episodio.
«Hace unas horas publiqué un tuit, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna», escribió el mandatario. «No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tuit)», agregó.
En el mismo posteo, Milei cargó contra sus adversarios: «A las ratas inmundas de la casta política que quieren aprovechar esta situación para hacer daño les quiero decir que todos los días confirman lo rastreros que son los políticos, y aumentan nuestra convicción de sacarlos a patadas en el culo. ¡VLLC!», concluyó.
Lo que sucedió es que el 14 de febrero, Milei sorprendió al anunciar en X (ex Twitter) el lanzamiento de Viva La Libertad Project, una iniciativa presentada como un puente entre inversores internacionales y emprendedores argentinos, a través del token $LIBRA.
En su publicación original, el presidente describió el proyecto como una herramienta para financiar pequeñas empresas y startups. Poco después, confirmó a Bloomberg Línea que el proyecto era real y que implicaba «puro financiamiento privado», aunque aclaró que no estaba directamente involucrado en su desarrollo.
Según la web oficial de Viva La Libertad Project, el token $LIBRA operaba en la blockchain de Solana, y prometía financiar proyectos locales a través de un formulario de registro online. Sin embargo, no especificaba criterios de selección ni detalles técnicos sobre la distribución de los fondos, lo que despertó dudas en el mundo cripto.
El sitio también ofrecía una dirección de contacto con un correo de Gmail, lo que generó críticas y sospechas sobre la seriedad del proyecto.
Sin embargo, en cuestión de horas, todo se desmadró. Es que el token $LIBRA, en pocas horas, registró una suba exponencial en su cotización y llegó a valer lo mismo que un gran banco de la Argentina, unos u$s6.000 millones. Así, tras el anuncio, la criptomoneda experimentó un furor inicial, alcanzando un pico de 4,978 dólares. El problema es que la euforia duró poco: rápidamente se desplomó a 0,99159 dólares.
¿Es ilegal lo que hizo Javier Milei?
En primer lugar, la caída brusca de la cotización de la cripto $LIBRA, va a afectar la credibilidad de la palabra del Presidente, que se atrevió a mencionar al activo financiero digital, permitiendo que se registrara una fuerte suba en su cotización, seguida de un derrumbe.
Un primer aspecto es que nadie puede acusar al Presidente Javier Milei de participe en una estafa. La oposición política salió rápidamente a involucrarlo con alguna figura del Código Penal de la Nación pero saben, de antemano, que es pura promoción electoral porque no se puede criminalizar a nadie por un tuit. O sea, por una opinión.
Si eso sucediera, se estaría lesionando el derecho a la libertad de expresión que, en definitiva, es uno de los más importantes en un sistema democrático y republicano. Por lo que bajo ninguna circunstancia los hechos descriptos pueden constituir un delito.
Se habla de abuso de autoridad o de negociaciones incompatibles con la función pública, pero como bien explicó el abogado Carlos Pereyra, «el artículo 265 del Código Penal sanciona a los funcionarios públicos que se interesen, directa o indirectamente, en un contrato u operación en la que intervengan por razón de su cargo. Para que este delito se configure, es imprescindible demostrar que el Presidente tenía un interés personal y patrimonial en la criptomoneda, y no hay evidencia de que eso haya ocurrido».
Además, el abogado Abel Cianfagna sostuvo que no hay abuso de autoridad porque «un posteo de una cuenta personal no es un acto administrativo del Poder Ejecutivo Nacional, ya que no genera efectos jurídicos vinculantes ni implica el ejercicio de una función pública es sólo una opinión que le traerá una perdida de confianza en su palabra».
Y, esta perdida del capital político ante la ciudadanía es lo que golpeó muy fuerte al sector que rodea al Presidente y que cuida su imagen y su proyecto las 24 horas los 365 dias del año porque como se escribió aquí, el proyecto político libertario comienza y termina con la figura de Javier Milei.
En otro orden, el artículo 173, inciso 11, del Código Penal contempla como delito la manipulación informática con fines fraudulentos, castigando a quien modifique datos electrónicos para obtener un beneficio indebido en perjuicio de terceros. Para que esta figura se configure, es fundamental que exista un engaño destinado a inducir a error a los inversores.
La publicación de Javier Milei tuvo un impacto en el mercado de criptomonedas, pero su eliminación posterior y las aclaraciones brindadas indican que no hubo intención de cometer fraude. En el ámbito de las memecoins, las variaciones abruptas en los precios son frecuentes, y en este caso, no hay elementos que prueben que el Presidente haya participado deliberadamente en una maniobra fraudulenta con conocimiento previo del proyecto.
Para que se configure el delito de estafa, deben concurrir tres elementos: engaño, perjuicio patrimonial y obtención de un beneficio ilícito. En ausencia de pruebas que demuestren un accionar doloso, no se cumplen las condiciones exigidas por la legislación penal.
Para el experto en criptomonedas Pablo Rutigliano, CEO de Atómico 3, no hay dudas que se «está utilizando al Presidente con este tema. Hay que defender a Milei porque creo que es importantísimo el tema de las criptomonedas y por culpa de $LIBRA nos toman a todos por lo mismo. Pues no es así, somos muy diferentes porque esa empresa trucha no estaba ni siquiera habilitada por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Por ejemplo, mi empresa cripto si esta habilitada por la CNV, como muchas otras y, claramente, somos el número 103 para que todos los ahorristas e inversores puedan chequearlo. Y la verdad es que me parece que la casta política y económica le jugó una mala pasada a un presidente innovador en el buen sentido».