El Partido Popular ha defendido el gasto municipal invertido en el polémico programa televisivo del chef Alberto Chicote sobre el rabo de toro y que se rodó en varias ubicaciones de la capital cordobesa, incluido el Alcázar de los Reyes Cristianos. El espacio de televisión, Batalla de restaurantes, se grabó el pasado verano y se emitió el 14 de enero en La Sexta provocando críticas airadas de colectivos y entidades como la Cofradía del Rabo de Toro que llegó a pedir incluso nombrar al cocinero madrileño persona non grata por haber, en su opinión, desprestigiado la gastronomía cordobesa.
El concejal del PSOE, José Antonio Romero, en una de las preguntas formuladas en el pleno del pasado mes de enero, cuestionó la cesión del Alcázar al programa (el veredicto final se dilucidaba en el mismo Salón de Mosaicos) y preguntó si el Ayuntamiento de Córdoba lo había financiado de algún modo y la cuantía destinada a ello.
Justificación del gobierno
En una respuesta escrita, el gobierno municipal ha defendido la participación en el programa y ha cifrado en 2848.03 euros el presupuesto invertido. El PP dice en su escrito que esta actividad responde a «una estrategia de visibilidad y promoción de imágenes patrimoniales de la ciudad aprovechando del impacto mediático» de Alberto Chicote. En este sentido, el PP pone en valor que este espacio televisivo tiene una cuota de mercado del 5,6%, con una audiencia media de 592.000 espectadores y una audiencia acumulada de 1.669.000 televidentes únicos. Añaden, además, que se deben considerar las visualizaciones posteriores a través de los formatos de consumo diferido, que incrementan el alcance de la producción.
Por todo ello, consideran que Batalla de restaurantes es «una plataforma positiva de promoción de la ciudad por la aparición de las imágenes que se ofrecieron de la misma». Asimismo, el gobierno local resalta que el programa difundió diversas rutas de la ciudad, lo que a su juicio contribuyó al posicionamiento turístico y cultural de Córdoba.
En cuanto al Alcázar, según los informes proporcionados por la Delegación de Cultura, no se procedió a un cierre exclusivo del monumento para la grabación del programa, sino que se realizó de forma compatible con las actividades habituales del mismo, sin afectar su funcionamiento ni su accesibilidad al público en general.