El Giro 2026, presentado este lunes en Roma, sigue marcando la tendencia que conduce a las grandes vueltas a promocionarse internacionalmente saliendo lejos del país de origen. Si el Tour parte de Barcelona y la Vuelta, que se presenta el día 17, nacerá en Mónaco, la ronda italiana verá la luz en Bulgaria, con tres etapas, desde el Mar Negro hasta Sofía, la capital del país. La primera de las tres grandes del ciclismo, que se celebrará en 2026, se disputará entre el 8 y el 31 de mayo con un menú tradicional y con la mayor dureza agrupada en la última semana de competición.
A la espera de la presencia de Jonas Vingegaard -hace un año renunció al día siguiente de conocerse el recorrido- los organizadores le han hecho un Giro apetecible, que sin duda le permitirá afrontar luego el Tour sin encontrarse con el ogro Tadej Pogacar en la carretera. El astro danés tendrá un recorrido simpático para él donde puede cumplir la intención de ganar la única ‘grande’ que le falta en el palmarés.
Gran desnivel
Quizá, si se analiza el recorrido, se echa en falta la presencia de algunas de las más famosas cumbres que han acompañado a la leyenda del Giro. No hay Stelvio, ni Mortirolo, ni Marmolada, ni las Tres Cimas de Lavaredo, por citar algunas, pero, en cambio, sí se puede hablar de un trazado engañoso que alcanza los 50.000 metros de desnivel positivo en conjunto, cuestas que, sin duda, agarrotarán las piernas de los corredores.
El mapa del Giro 2026. / GIRO DE ITALIA
Sin embargo, a la vez, los ciclistas se encontrarán con hechos curiosos. La etapa que, de entrada, se considera como la jornada reina del Giro, la 19ª, agrupa seis puertos, entre ellos el Passo Giau, aunque agrupados en tan solo 151 kilómetros; un día tan corto como intenso por los Dolomitas; sin duda, del agrado de Vingegaard, si es que va, por supuesto.
Con dos jornadas de reposo y otra de traslado (desde Sofía a la Calabria italiana), inicio en viernes y no en sábado como suele ser habitual, la primera semana es intensa, la segunda algo más suave y la tercera creada con la intención de mantener hasta el final el suspense, algo que no siempre le sale redondo al Giro pues provoca, en ocasiones, que los corredores se reserven en exceso ante el temor de fallar en las últimas etapas de la prueba.
Séptima etapa, primera cima en la meta
Entre Bulgaria y Roma, con la capital italiana sustituyendo ya de forma oficial al tradicional final de Milán, que en 2026 anunciará el final de la segunda semana de competición, el Giro se presenta con 3.459 kilómetros de recorrido, 3 etapas búlgaras, un total de ocho días destinados a una ‘volata’, 7 jornadas de media montaña y otras cinco de grandes puertos para 7 llegadas en alto; la primera en el famoso Blockhaus, en los Abruzzos, y con nombre alemán gracias a un jefe militar austríaco que luchaba contra los bandoleros en el siglo XIX.
Etapa 19ª, la jornada reina de 2026. / GIRO DE ITALIA
Aparte de Sofía, Milán y Roma, Nápoles será la cuarta gran ciudad que visitará un Giro que tendrá una etapa completa de montaña en territorio suizo y que sólo incluye una contrarreloj (inicio de la segunda semana) en la Toscana, con 40,2 kilómetros -no está nada mal en tiempos en los que se presume de acortar al máximo la distancia en la especialidad- en honor a Gino Bartali, gran mito del ciclismo italiano y mundial.
El Giro femenino, a continuación
Serán tres semanas para buscar un sustituto a Simon Yates, si no repite con o sin Vingegaard en el Visma, equipo de ambos, en recuerdo a la gran etapa por La Finestre, en colaboración con Wout van Aert y a la espera de que Isaac del Toro, que fue la gran revelación este último año, coja las riendas del UAE de Pogacar y sin un claro favorito español entre los aspirantes a la victoria final.
Otra novedad, presentada este lunes en Roma, será el hecho de que por primera vez el Giro femenino se celebrará al terminar el masculino (entre el 31 de mayo y el 7 de junio) siguiendo el ejemplo del Tour como ‘cuarta semana’ de competición de la ronda italiana.
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