El sistema inmunológico afectaría a la depresión tanto como la química cerebral

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Una nueva investigación plantea que la depresión mayor (MDD) no es solamente un trastorno del cerebro, sino una enfermedad sistémica en la cual el sistema inmunológico juega un papel tan importante como la química neuronal.

Científicos del KAIST (Korea Advanced Institute of Science and Technology), en Corea del Sur, aplicaron un enfoque de medicina de precisión, combinando análisis especializados de sangre, secuenciación celular y organoides cerebrales derivados de pacientes, para describir una “desregulación” del eje inmuno-neuronal como mecanismo central en un subtipo de depresión, con rasgos atípicos y síntomas psicóticos.

El equipo estudió principalmente a mujeres con depresión atípica, con síntomas como exceso de sueño, aumento del apetito o tendencias psicóticas, incluyendo alucinaciones auditivas o culpabilidad extrema. Los resultados, que se describen en un estudio publicado en la revista Advanced Science, revelaron cambios simultáneos en la sangre y en marcadores asociados al funcionamiento neuronal.

Nuevos tratamientos y una visión integradora

Por ejemplo, los especialistas hallaron niveles elevados de proteínas implicadas en la señalización entre neuronas y de componentes como la proteína C5, que potencia la respuesta inmune. Esto significa que tanto la maquinaria inmune periférica como ciertos procesos neuronales aparecen excesivamente activados y fuera de equilibrio, de acuerdo a una nota de prensa.

La estrategia metodológica empleada permitió ver la enfermedad desde múltiples ángulos: signos inflamatorios en la sangre, alteraciones genéticas que favorecen respuestas inflamatorias y, en el modelo de organoides cerebrales, retraso en el crecimiento y desarrollo neuronal anómalo. Estos hallazgos apuntan a biomarcadores inmunológicos, que podrían ayudar a diagnosticar subtipos de depresión y a diseñar tratamientos más personalizados y eficientes.

La noción en torno a que inflamación e inmunidad participan en los trastornos del ánimo no es nueva, pero este trabajo aporta evidencia integrada y modelos experimentales que refuerzan el vínculo bidireccional entre sistema inmune y cerebro. Investigaciones previas ya habían propuesto que señales inflamatorias periféricas influyen en circuitos límbicos y en la plasticidad neuronal, afectando el ánimo y la respuesta a los antidepresivos: el nuevo estudio suma datos moleculares y modelos humanos que consolidan esta visión integradora.

Referencia

Exploration of Novel Biomarkers Through a Precision Medicine Approach Using Multi-Omics and Brain Organoids in Patients With Atypical Depression and Psychotic Symptoms. Insook Ahn et al. Advanced Science (2025). DOI:https://doi.org/10.1002/advs.202508383

Una enfermedad sistémica

De esta manera, si la disfunción inmunitaria participa de modo causal o como modulador en algunos tipos de depresión, las terapias antiinflamatorias y aquellas destinadas a restaurar el equilibrio inmuno-neuronal podrían complementar o incluso sustituir a los antidepresivos convencionales. Sin embargo,aún hacen falta estudios con muestras más amplias y ensayos clínicos que validen estos biomarcadores y prueben intervenciones seguras.

Más allá de estos avances puntuales en los tratamientos, los últimos descubrimientos sugieren que la depresión, al menos en algunos subtipos, debería verse como una condición multisistémica, donde inmunidad y cerebro dialogan estrechamente.

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