El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha defendido esta mañana la ley de amnistía en el Desayuno Informativo de Prensa Ibérica porque es una norma «que responde a una voluntad real de reconciliación y se ajusta al derecho europeo», sobre todo después de que el abogado general de la UE avalara ayer la mayor parte de la norma.
En este sentido, preguntado por lo que supone este posicionamiento para la gobernabilidad en España y la actitud de Junts, Illa afirma que es una noticia «muy importante» y remarca que confirma la solidez jurídica de la ley. Asimismo, Illa sostiene que la amnistía «debería significar punto y final a unas discusiones jurídicas estériles hechas de espaldas a la realidad» y subraya que «no hacía falta que Europa nos dijera que responde a una voluntad real de reconciliación», porque, según afirma, «basta pasearse por Cataluña para ver que los efectos han sido enormemente beneficiosos para Cataluña y el conjunto de España».
El dirigente socialista insiste en que la norma «se hace para mirar hacia adelante» y constituye «un acto de fortaleza y generosidad de la democracia española, como se dice en el preámbulo de la ley». Añade que entiende que algunos tuvieran dudas sobre su legalidad, pero cree que han quedado «disipados».
El presidente catalán ha finalizado esta parte de su intervención con una petición directa: «Respetemos la voluntad del poder legislativo, apliquemos la ley de forma rápida y efectiva».
La vivienda, «la gran preocupación de la ciudadanía»
Illa ha dedicado un amplio apartado a la cuestión de la vivienda. Explica que si un ciudadano pierde su empleo «no se preocupa porque, gracias al buen funcionamiento de la economía, encontrará trabajo», pero que si pierde el alquiler «sí se preocupa porque no sabe si encontrará otro, a qué precio y con qué condiciones».
El presidente catalán sostiene que “hay que aumentar la oferta e intervenir el mercado» y defiende la regulación vigente después de aplicar la limitación de precios del alquiler. Señala también que el siguiente objetivo es intentar «regular el alquiler de temporada, que es un punto de fuga de la ley de vivienda».
Reconoce la rentabilidad de los propietarios, pero advierte que «lo que no pueden hacer es ignorar que existe una situación social que requiere que lo hagan con medida». Reitera que «hay que garantizar que todo el mundo pueda acceder a una vivienda» y asegura que «desde que aplicamos la limitación los precios han bajado, por ejemplo en Barcelona«.
Illa equipara la limitación de compra de vivienda por parte de no residentes a la regulación del alojamiento turístico: «Lo pongo al mismo nivel que las viviendas turísticas: se tienen que subordinar a la necesidad social del momento». Y añade: «Se tienen que tomar medidas contundentes«.
Defiende intervenir el mercado «mientras las medidas de incrementar la oferta no dan sus resultados, porque necesitan años», y resume así su posición: «Hay que hacer todo lo que podamos para defender que la vivienda es un derecho».
Financiación autonómica
En materia de financiación autonómica, Illa afirma que no falta «a ninguna cita» y que Cataluña está representada en todos los foros multilaterales. Reivindica que la comunidad «quiere implicarse en España» porque «Cataluña es una parte relevante de España y tiene derecho a decir lo que piensa».
El presidente catalán se pregunta «qué problema hay en que Cataluña defienda las máximas cuotas de autogobierno y en qué perjudica esto a las demás comunidades autónomas». Defiende un modelo «que respete las singularidades de Cataluña, como Baleares defiende las suyas». Además, asegura que «nadie me ha pedido en Cataluña que ponga en peligro el principio de solidaridad«.
No obstante, Illa insiste en que su gobierno «intensifica los trabajos para cerrar una propuesta» lo antes posible y confía en que saldrá adelante lo más pronto posible.
Turismo: a favor del sector, pero regulado
El líder catalán rechaza el decrecimiento turístico: «No estoy por el decrecimiento turístico en ningún sentido y estoy claramente a favor del turismo». Reconoce su importancia económica: «Es un motor de prosperidad muy importante para España; tenemos una industria que lo ha hecho muy bien».
No obstante, advierte de los riesgos de la falta de control: «Tiene que estar regulado porque, si no, acabará generando efectos adversos. Los ciudadanos dirán basta si no lo regulamos». Plantea también la necesidad de “descentralizar el turismo, que no se centre en unos pocos puntos».
Catalán e inmigración
Illa agradece que en el Congreso se pueda hablar catalán «gracias a la valentía de Francina Armengol» y señala que la lengua «ya sería oficial en Europa si el PP no hubiera llamado para pedir que no lo fuera». Por este motivo, se dirige directamente al líder popular, Alberto Núñez Feijóo: «¿Qué problema hay en que sea oficial en Europa?».
Sobre inmigración, Illa afirma que «acoger e integrar a la gente que viene de fuera no pone en riesgo nuestra identidad, sino que la enriquece». Insiste en que esta ha sido «siempre» la historia de Cataluña y se pregunta «por qué no podemos hacerlo ahora».
Denuncia que haya quien busque «beneficios políticos a corto plazo con discursos populistas y xenófobos que acaban siempre muy mal» y reclama «poner mecanismos para facilitar la integración». Todo ello con una conclusión: «No hay que jugar a encender el fuego con esta cuestión».
Sucesión de Sánchez
En clave estatal, Illa niega cualquier debate sucesorio: «Pedro Sánchez durará aunque haya mucha gente que quiera buscarle un sucesor. Tendremos Sánchez para muchos años». Afirma que el presidente está haciendo «un gran trabajo» tanto en España como en Europa por su «gran liderazgo internacional«.
Sobre la corrupción en la pandemia en casos como el que afectan a José Luis Ábalos, Santos Cerdán o Koldo García, el presidente catalán asegura que hay que «regular» los procedimientos para «evitar comportamientos humanos minoritarios que intentan aprovecharse de la situación».
