El Parque Sarmiento es el «pulmón verde» más grande de la ciudad de Córdoba y tiene una historia que lo consagra como uno de los espacios públicos más importantes de Argentina. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, y su diseño fue una de las primeras y más destacadas obras del reconocido paisajista francés Carlos Thays en el país.
El proyecto de un gran parque en la ciudad de Córdoba comenzó a gestarse en 1889.
Carlos Thays, quien llegó a Argentina ese mismo año, fue contratado para llevar a cabo el diseño de este ambicioso espacio verde. La construcción se extendió a lo largo de varias décadas, finalizando en 1911. El parque fue bautizado en honor al ex presidente de la República, Domingo Faustino Sarmiento y encuentra inspiración en la estética de la Belle Époque.
Desde sus inicios, el Parque Sarmiento fue concebido al estilo de los grandes parques urbanos de Europa, como el Bois de Boulogne en París. Thays diseñó un paisaje ondulante con paseos, lagos artificiales, puentes, cascadas y miradores, en un predio que abarcaba aproximadamente 100 hectáreas.
Con el tiempo, se fueron incorporando elementos icónicos como el Teatro Griego, el Monumento al Dante Alighieri y el Faro del Bicentenario, consolidándolo como un epicentro de recreación, cultura y naturaleza.
Es uno de los parques más antiguos de Sudamérica y turistas y vecinos confluyen para disfrutar de un predio forestado de más de 100 hectáreas, diseñado para realizar todo tipo de actividades de esparcimiento. También es un polo gastronómico diurno y nocturno, con opciones para todos los presupuestos que varían desde los carritos de comida rápida o «al paso».
A lo largo de su historia, el parque ha sido un testigo silencioso del crecimiento de la ciudad, adaptándose y renovándose para seguir siendo un punto de encuentro vital para los cordobeses y turistas.