El peligroso dragón azul ya está en las playas españolas: es altamente tóxico

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En junio de este año los expertos dieron la voz de alerta ante la presencia del peligroso ‘dragón azul’ (Glaucus atlanticus) en aguas de Mallorca, donde era detectado por primera vez en 300 años. Sin embargo, a lo largo de las semanas siguientes las observaciones de este pequeño y temible animal se han ido multiplicando y obligando a cerrar playas enteras al baño, por los graves efectos que provoca su picadura. Esta misma semana, las playas de Guardamar (Alicante) tenían que cerrarse durante un día tras encontrarse dos ejemplares de esta especie en sus aguas.

Se trata de una vistosa criatura de entre 3 y 4 centímetros de colores vivos, que van desde el azul eléctrico al plateado. Se trata de un molusco, pero sin concha. Es un nudibranquio pelágico que, pese a carecer de esta protección, cuenta con otras armas a su alcance para defenderse de sus enemigos: una picadura que provoca fuertes dolores y otras lesiones que a menudo requieren atención sanitaria.

Y es que el dragón azul se alimenta de medusas urticantes como la peligrosa carabela portuguesa o la Velella velella. Cuando las ingiere, sus células venenosas pasan a formar parte de su organismo, donde las almacena en unos órganos en forma de alas llamados ceratas.

Es más, no solo deposita allí ese veneno sin que resulte afectado por él, sino que intensifica sus propiedades tóxicas, de modo que su picadura en los humanos provoca un intenso dolor, inflamación y también reacciones alérgicas. No obstante, no se considera mortal.

Imagen de un dragón azul / Pinterest

Los síntomas son muy parecidos a los que se sufren al tocar una carabela portuguesa: náuseas, dolor, vómitos, alergia aguda dermatitis de contacto, eritema, pápulas urticarianas, vesícula formación potencial e hiperpigmentación posinflamatoria.

Observaciones en 2025

Aunque su presencia suele ser ocasional y esporádica en la Península y Canarias, ya se ha empezado a ver en Baleares y, en cuanto a la España peninsular, en 2023 ya fue visto en Alicante y ahora ha ocurrido lo mismo en Guardamar. Pero en este 2025 se suceden las noticias que dan testimonio de su presencia en muchos otros lugares.

En agosto, los bañistas de la playa de Santa Bárbara en la Línea de la Concepción (Cádiz) veían cómo el Ayuntamiento izaba la bandera roja y prohibía el baño tras haber localizado al menos cinco ejemplares de dragón azul.

Cádiz, Baleares, Valencia y Canarias son algunas de las provincias donde ha sido detectado este año el dragón azul

Sin embargo, este mismo verano se están observando más casos en lugares bastante alejados entre sí. En Lanzarote, la playa de Famara tuvo que cerrarse al baño después de haberse detectado seis ejemplares. En Gran Canaria también se vieron dragones azules y las autoridades llamaron a extremar las precauciones. En Valencia, a finales de julio, fue localizado un ejemplar en el Racó de Mar de Canet d’en Berenguer. En junio se observó el ejemplar de Mallorca, tras no haberse visto ninguno en 300 años.

¿Por qué están llegando a España?

El motivo por el que están llegando a nuestras costas en mucha mayor medida de lo habitual parece ser el aumento de la temperatura del mar, debido al cambio climático. Este hecho está favoreciendo la llegada de especies que, en realidad, son propias de mares más cálidos. Dado que el Mediterráneo está experimentando un calentamiento sin precedentes, se espera que la llegada de dragones azules aumente en el futuro.

Si se encuentra un ejemplar de este pequeño animal en la playa o en el agua, los expertos son unánimes sobre lo que hay que hacer: ante todo, no tocarlo. Incluso un contacto indirecto puede causar urticaria o fuertes dolores. En caso de picadura, hay que lavar la zona afectada con agua de mar, nunca con agua dulce ni vinagre y, si persiste el dolor, acudir al centro de salud.

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