El intenso temporal que azotó las sierras de Córdoba provocó crecientes en los ríos y arroyos que alimentan el lago San Roque. La tormenta descargó importantes milimetrajes en el Valle de Punilla y estuvo acompañada de la caída de granizo.
Una creciente de más de un metro ingresó al río San Antonio, mientras que se registró un incremento de dos metros en el arroyo Las Jarillas y de 2,50 metros en el río Cosquín.
También hubo variaciones en el cauce del arroyo Los Chorrillos y Las Mojarras.
Desde las últimas horas de la tarde, se desplegó un operativo de emergencia para evitar inconvenientes en las márgenes, se cortaron los vados de la zona y el puente de Playas de Oro.