Durante el invierno, los resfriados se vuelven moneda corriente. Los cambios bruscos de temperatura, la humedad, el aire seco de los ambientes calefaccionados y el hecho de pasar más tiempo en espacios cerrados facilitan la propagación de virus respiratorios. Pero además de abrigarse bien, descansar y mantener una buena higiene, la alimentación juega un rol clave en la prevención.
Según el portal especializado Clínica Nes, el frío y la humedad debilitan las defensas del cuerpo y favorecen la supervivencia de virus y bacterias. Por eso, reforzar el sistema inmunológico a través de lo que comemos es fundamental. A su vez, el Ministerio de Salud Pública de Paraguay aconseja que durante el invierno la dieta se ajuste a las demandas del cuerpo, brindando calor sin caer en el exceso calórico.
Una dieta rica en nutrientes, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios puede marcar la diferencia. Estos son los 7 alimentos que no deben faltar en tu plato si querés mantener los resfriados a raya:
1. Sopa de pollo: reconfortante y protectora
La clásica sopa de pollo no solo es reconfortante: también tiene propiedades científicamente comprobadas. Cara Rosenbloom, dietista registrada en la fundación canadiense Heart & Stroke, asegura que este plato caliente ayuda a disminuir la concentración de neutrófilos (glóbulos blancos) en las vías respiratorias, reduciendo la inflamación.
Además, el vapor del caldo ayuda a descongestionar, y su sabor puede estimular el apetito cuando los síntomas del resfrío lo disminuyen. Un tip: agregar un poco de miso o caldo con glutamato monosódico realza el sabor y puede aportar un plus nutricional.
2. Pescado: aliado del sistema inmune
Rico en ácidos grasos Omega-3 y proteínas de alta calidad, el pescado fortalece el sistema inmunológico. Consumirlo de forma regular puede proteger los pulmones frente a infecciones respiratorias y estimular la producción de anticuerpos, según destaca la organización Educó.
Opciones como el salmón, el atún o las sardinas son especialmente recomendadas en esta temporada.
3. Cítricos: una dosis de vitamina C
Las naranjas, pomelos, mandarinas, limones y limas son fuente natural de vitamina C, nutriente esencial para la producción de glóbulos blancos, claves en la defensa contra virus.
El blog de la Universidad de Brown señala que esta vitamina ayuda a reducir la duración y gravedad de los resfriados. Consumir al menos una porción diaria de cítricos es una buena estrategia preventiva.
4. Especias con poderes curativos
El jengibre es un potente antiinflamatorio natural, ideal para calmar los síntomas del resfrío, mientras que el ajo contiene alicina, un compuesto con efecto antimicrobiano.
Para aprovechar sus beneficios, se recomienda incorporar el ajo crudo a las comidas o aumentar su cantidad en la preparación. También pueden utilizarse ambos ingredientes en infusiones calientes para calmar la garganta y mejorar la respiración.
5. Verduras de hojas verdes oscuras
Espinaca, brócoli, coles de Bruselas y lechuga no solo son bajas en calorías, sino que concentran altos niveles de vitamina C y otros antioxidantes.
En niños, incluir estas verduras en la dieta puede reforzar su inmunidad y reducir el riesgo de infecciones respiratorias, según informa Educó.
6. Frutos rojos: antioxidantes naturales
Arándanos, frambuesas y grosellas son pequeñas pero poderosas. Contienen polifenoles, compuestos antioxidantes, antiinflamatorios y antivirales que ayudan al organismo a combatir los efectos del frío.
Incluir una porción diaria en el desayuno, en yogures o como snack puede mejorar la capacidad del cuerpo para resistir enfermedades.
7. Frutos secos y legumbres: energía y defensa
Alimentos como almendras, nueces, lentejas y garbanzos aportan calorías saludables, hierro, proteínas y antioxidantes, que no solo ayudan a conservar la temperatura corporal, sino también a fortalecer las defensas.
Una porción de legumbres en sopas, guisos o ensaladas, junto a un puñado de frutos secos, puede ser el complemento ideal para el invierno.
Otros aliados contra el resfriado
Además de los alimentos principales, hay otros ingredientes naturales que refuerzan el sistema inmune:
Miel: actúa como antitusivo natural y calma la garganta irritada.
Cebolla: rica en quercetina, un flavonoide con efecto antiviral y antiinflamatorio.
Setas y champiñones: poseen propiedades antibacterianas y estimulan la respuesta inmunológica.
Calabaza: fuente de betacaroteno, precursor de la vitamina A, clave para la salud respiratoria.
Yogur: sus probióticos benefician la flora intestinal, fundamental para una inmunidad fuerte.
Un enfoque integral para mantenerse saludable
Más allá de lo que comemos, los especialistas recomiendan complementar la alimentación con actividad física moderada, descanso adecuado y control del estrés. Así, incluso cuando las temperaturas bajan y los virus circulan, el cuerpo estará mejor preparado para defenderse.