Carlos Alcaraz no se dejó sorprender por la energía y la ilusión del desconocido Oliver Tarvet, número 733 del mundo, ni por el miedo escénico de un Wimbledon que parece no tener piedad con los grandes favoritos y avanzó a tercera ronda sin problema alguno (6-1, 6-4 y 6-4) en dos horas y 17 minutos de partido.
Suma y sigue para el tenista murciano que eleva ya hasta las veinte las victorias consecutivas su racha triunfal que dura desde el pasado 20 de abril cuando perdió la final del Barcelona Open ante Holger Rune. Solo Djokovic, Sinner y Medvedev como jugadores en activo habían sido capaces de lograr una racha que llegara hasta las dos decenas de victorias consecutivas.
Mismas victorias que suma ya en toda su carrera sobre la hierba de Wimbledon, donde busca su tercera corona consecutiva para seguir agrandando su leyenda a la caza del que sería su sexto título de Grand Slam. Para ello, deberá ahora superar la tercera ronda ante el vencedor del duelo entre Felix Auger-Aliassime y Jan Lenard Struff, en una prueba que sube un poco más el nivel.
Tras sufrir de lo lindo en su debut ante Fognini, no necesitó demasiado para seguir avanzando ante el local Oliver Tarvet, el jugador con peor ranking de todo el torneo, siendo el primero con un puesto tan bajo en acceder a la segunda ronda en toda la historia.
Y eso que el británico salió decidido a demostrar su valía con un juego atrevido y valiente que puso en jaque el servicio de Alcaraz en los primeros compases de partido. Pese a ello, el tenista de El Palmar entendió a la perfección que no era día de brillar en exceso y tocaba sacar el lado más solvente para desarticular la efervescencia inicial de su rival.
TIRANDO DE OFICIO
Lo cumplió a las mil maravillas como si de un veterano se tratase y fue decantando el marcador a su favor poco a poco, pese a que Tarvet no perdió nunca la cara al partido. Tampoco tras el 6-1 del primer set.
Llegó a ponerse con ventaja en el inicio del segundo set, pero el tenista murciano no dejó lugar a la sorpresa y pese a no brillar como de costumbre sacó adelante el partido sin dejar escapar un solo parcial.
Carlos Alcaraz se entregó a fondo ante Tarvet / AP
El servicio volvió a ser la nota negativa de la jornada, con porcentajes que tienen todavía mucho margen de mejora. Tarvet tuvo hasta once oportunidades de rotura, aunque apenas pudo aprovechar dos en todo el partido. Una efectividad que le privó de poder llevar un paso más allá su hazaña en Wimbledon.
Despedido con honores, Tarvet recibió el aplauso del propio Alcaraz, que ya está en tercera ronda. «Lo disfruté muchísimo» aseguró sobre la pista el tenista español, ante los aplausos de un público que esta vez no le brindaron el apoyo habitual. «Sé que no es nada personal. Estoy muy agradecido por el apoyo que recibo aquí después de cada partido. Cada día, cada entrenamiento, es increíble» apuntó Carlitos que espera ya rival para la tercera ronda que se jugará el viernes.