Hay jugadores que tienen un marcado perfil de entrenador. No se han sacado el título, pero por cómo se comportan en el campo hay formas de intuir que su siguiente paso tras colgar las botas será estar en los banquillos. Filipe Luís (Jaragúa – Brasil, 1985) es uno de ellos. Apenas tardó unos meses de colgar las botas, en 2023, se hizo cargo del cadete de Flamengo, su último club. A partir de ahí, su ascenso fue meteórico, hasta ser nombrado en septiembre de 2024 técnico del primer equipo del «máis querido», como se conoce al club que aspira a confirmar que el empuje de Brasil no era una cuestión puntual de la fase de grupos. Para ello deberá imponer su ley, como hizo contra el Chelsea, frente al Bayern (domingo, 22:00 horas).
Tres títulos y una oferta para dirigir a Brasil
Sin tan siquiera haber cumplido un año en el cargo, Filipe Luís acumula tres títulos en su primera experiencia como entrenador profesional. Ganó la Copa do Brasil a Atlético Mineiro, repitió con la Supercopa y también superó a Fluminense en el Campeonato Carioca. Este fulgurante rendimiento llamó la atención de una Confederación Brasileña de Fútbol que, en plena crisis de resultados, identidad y trasvase de entrenadores, quiso echarle el guante. Ednaldo Rodrigues, presidente destituido en dos ocasiones, que acabó optando por Ancelotti tras un año de receso, tanteó al técnico del Flamengo.
En un arrojo de personalidad, el exjugador del Atlético de Madrid, entre otros, dijo, a sus 38 años, sentirse «muy honrado» por la propuesta de dirigir a la ‘Canarinha’. Posiblemente, un tren que pasa una vez o en años señalados. Entendió que su proyecto de inicio de carrera futbolística estaba en el Flamengo y en desarrollar una propuesta firme a través del fútbol de clubes. Su apuesta ha sido acertada, a tenor de los resultados que está obteniendo con el ‘rubro-negro’, que se clasificó como primero de su grupo tras vencer con autoridad al Chelsea, otro de los equipos en los que jugó Filipe Luís.
Otro exfutbolista ‘blue’ como Jorginho se ha convertido en su prolongación en el campo. Fue el gran movimiento del Flamengo para el Mundial de Clubes, quien se hizo con un timonel experimentado y todavía con buenos años de fútbol en sus piernas. Un futbolista que perdió protagonismo con Arteta, pero que ha resultado un refuerzo de lujo para el ‘Fla’, demostrando, además, el poder financiero de la liga de Brasil, la gran opositora a Europa en el Mundial de Clubes. Filipe Luís se medirá al Bayern de Kompany, que tropezó con el Benfica en el último partido de la fase de grupos, con apenas tres derrotas en 45 partidos que dan muestra de la fe que tienen sus jugadores en su planteamiento.
Un Bayern a medio gas se libera de excusas
Filipe Luís forma parte de la escuela de entrenadores modernos que no se adscriben a un único sistema. Con el Flamengo ha jugado principalmente con un 4-2-3-1 con dos delanteros arriba, que muta en un 4-4-2. Depende del perfil elegido. Uno de los jugadores que ha logrado recuperar el exlateral es a Gonzalo Plata, en su día flamante fichaje del Real Valladolid, que ha conseguido reencontrarse con el fútbol en Brasil. El Flamengo es un equipo con capacidad para salir tanto en corto como en largo, si le presionan, y está muy trabajado para aprovechar las segundas jugadas.
Como no podía ser de otro modo, los laterales son muy importantes en el planteamiento de Filipe Luís. Bajo su mandato. Wesley, Guillermo Varela, Alex Sandro o Ayrton Lucas son definitivos en la generación del ofensivo, que parte de planteamientos con mucha amplitud y profundidad, a través de los que el Flamengo intenta generar superioridad en ataque. Será, por tanto, un duelo intenso, contra un Bayern que ha ido a medio gas en un grupo donde goleó a Auckland, tuvo que remontar frente a Boca y terminó perdiendo ante el Benfica.
Sin buscar justificaciones a su desigual nivel, el equipo alemán, con el que siempre hay que contar para fases finales, espera carburar en el ‘mata-mata’, como denominan los brasileños a las eliminatorias. “Somos profesionales y tenemos que estar en forma. Si alguien de casi 36 años, como yo, puede correr 90 minutos, entonces todos deberían poder hacerlo. Así que, nada de excusas”, aseguraba Müller en la previa a un duelo donde Filipe Luís presentará su candidatura a entrenar en Europa, con el Atlético, de su antiguo maestro Simeone, muy atento a su evolución.