Kiko Rivera reconoce por primera vez sus infidelidades a Irene Rosales

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Kiko Rivera ha ofrecido su primera entrevista en ‘¡De viernes!’ tras más de tres años en silencio y lo ha hecho abriéndole las puertas de su casa a Santi Acosta. Con él, el dj se ha sincerado y ha hablado de cómo está llevando la separación con Irene Rosales y el distanciamiento con su madre y su hermana.

«He estado centrándome solo en mí, he sufrido, he llorado, pero también he reído. Ha sido duro, pero ahora puedo enfrentar a todo lo que se me viene encima», ha comenzado diciendo Kiko. El hijo de la tonadillera ha asegurado que todo este tiempo ha estado tratándose con un psicólogo y ha sido algo «durísimo».

Kiko ha desvelado que «no me he sentado a hablar las cosas con nadie que me haya hecho llorar tanto y duele» y ha reconocido que «no estoy cerrado al amor, pero no tengo ganas» porque ahora «estoy viviendo un momento de mi vida único y soy completamente feliz».

Meses después de su retirada de los medios de comunicación, Kiko sufría un ictus y en esos momentos «gracias a Dios estuvo Irene conmigo y mis amigos, pero mi familia no». Es entonces cuando decide «ponerme en manos de profesionales para que saquen lo mejor de mí».

Sin embargo, ha recordado que llegó a pensar que se moría y ese fue «un punto de inflexión». Sin embargo, nueve meses después es ingresado por un problema en el corazón, lo que fue «el remate para decidir frenar el personaje de Kiko Rivera, que para esa época ya sentía que me estaba pasando y no quería convertirme en mi madre».

Su madre fue a visitarle dos veces: «El primer día vino mi madre, el segundo día vino Isabel Pantoja. El primer día estuvo cariñosa, pero duró muy poco porque al día siguiente vino Isabel Pantoja intentando poner todo como ella quería e incluso hubo un desencuentro con mi compadre, por primera vez en su vida se encontró que las cosas no son como ella quiere». Terminó echándola de la habitación y desde entonces «nunca más» se volvió a preocupar por su salud.

Pero… ¿qué pasó en esa habitación del hospital que tanto se ha hablado? Antonio Rossi ha desvelado desde plató que la tonadillera se encuentra con el compadre de Kiko y se niega a saludarle por no haberse preocupado por ella durante los últimos años y cuando el dj se percata de la situación, «alza la voz y le echa de la habitación».

En cuanto a Irene, Kiko es consciente que «se ha saltado etapas de su vida, miles de cosas que yo arrebaté» porque empezó siendo muy joven con él y por aquel entonces él estaba sumido en una vida de adicciones. Por su parte, ha asumido que «hay una parte de mí que se siente un poco culpable«.

«Durante todos mis años con ella yo pensaba que Irene tenía las llaves de la puerta que abría mi infierno«, ha reconocido porque «pensaba que estando con ella estaba a salvo y no es así, mi psicólogo me hace entender que esa llave la tengo yo» y «cuando me doy cuenta de eso me alejo más de ella y en vez de acercarme más y agradecerle todo, me repele».

Además, ha confirmado que le ha sido infiel: «Algunas han sido verdad, otras no, no es algo de lo que me sienta orgulloso, pero se me ha perdonado. A veces se enteraba y otras veces se lo contaba».

«En los últimos años han sido muy complicados porque he visto cómo mi matrimonio se desgastaba y cómo se iba apagando hasta el punto de que parecíamos más compañeros de piso o incluso mi madre en vez de mi mujer», ha desvelado el dj.

Sin embargo, ha reconocido que «el último verano la relación estaba rota y ahí es donde yo intenté que no se notase y quiero entender que Irene también se daba cuenta», pero lo tenía claro: «Me doy yo cuenta que no siento nada como mujer».

Lo más sorprendente del testimonio de Kiko es que ha confesado que después del verano «tomo la decisión de sentarme a hablar con ella» y «gracias a Dios que tomo la decisión porque ahora me doy cuenta de las ganas que tengo de que mi exmujer sea feliz». «No pude más, yo tuve la iniciativa, fue de mutuo acuerdo, pero ella no lo dijo», ha recalcado.

El exmarido de Irene ha comentado que «el primer paso lo di yo, pero luego ella dio quince», haciendo referencia a que la colaboradora encontró el amor muy rápido porque en menos de dos meses se dejó ver con Guillermo y «al final eso te dice que eso viene de antes, que hay un contacto de antes».

El empresario «vino a poner el césped a nuestra casa y la verdad que es un tío simpático», pero le preguntó a Irene si esto venía de antes y le dijo que «no»… eso sí, no tiene «nada que reprochar, ¿estoy yo en situación de reprochar? y ya no eso, es que yo a Irene la quiero con locura y lo único que quiero que sea feliz».

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