Una joven denunció públicamente a su pareja de agredirla físicamente y causarle magullones y heridas en el cuerpo. Contó que el domingo pasado se tiró de la camioneta que manejaba su novio y corrió hasta la Comisaría de Carlos Paz donde denunció que la había golpeado en el trayecto hacia el departamento que compartían.
Según su testimonio, la Policía detuvo al agresor que permanece preso desde ese día.
“Mi situación con él fue después de estar ocho meses en pareja. Los últimos tres meses empezaron sus celos, sus controles, la manipulación: quería saber mi ubicación, qué hacía, con quién estaba, a qué hora salía y a qué hora volvía, constantemente”, relató Aymara en diálogo con Carlos Paz Vivo.
“Llegamos al punto de ir al mismo gimnasio, porque no quería que yo fuera a otro. Me sometí a todo eso por su manipulación, porque me decía que si no lo hacía era porque no lo quería. Yo terminé convirtiéndome en esa persona también: cuando él me pedía el celular, yo se lo daba, pero si yo le pedía el suyo, me golpeaba, me pegaba, me ahorcaba. Tengo un audio grabado a escondidas donde se escucha cómo me pega y después me pide perdón, y vuelve a pegarme”, indicó .
En la Justicia
La joven, que tiene 29 años y se mudó a Carlos Paz el verano pasado, es oriunda de Ushuaia. Apuntó que, por recomendación de su abogado, volverá a vivir a su ciudad de origen para evitar el contacto con su pareja.
“La Justicia ya tiene todo: fotos, audios, mis denuncias. Me golpeó muy fuerte. La primera vez lo perdoné, pero después no pude hacerlo más y logré denunciarlo. Hoy está detenido”, remarcó Aymara.
Y contó: “El último episodio fue el sábado, en un casamiento del mejor amigo de él. Se emborrachó y empezó a preguntarme a quién estaba mirando. Le molestó que usara el celular y me acusó de hablar con otros hombres. Me pidió el teléfono, no se lo di y me dijo que nos fuéramos a su camioneta. Apenas subí, me empezó a pegar cachetadas en el lado derecho; por eso tengo el ojo morado, la foto que te mandé”.
Luego detalló: “Me agarró fuerte del brazo porque yo intentaba bajarme y pedir ayuda. Aceleró la camioneta y durante todo el trayecto me arrancó los pelos, me pegaba, me ahorcó al punto de dejarme las marcas de los dedos en el cuello. Llegué a pensar que me iba a morir, que ya no podía respirar. Logré escapar cuando bajó la velocidad: abrí la puerta, me tiré descalza y corrí directo a la policía, que estaba a una cuadra”.
Y agregó: “Cuando lo señalé, la policía lo detuvo enseguida. Ahora estoy mejor, aunque sigo con moretones, la cara hinchada y el ojo morado. Psicológicamente me siento muy mal. Me vine a vivir a Carlos Paz en enero, siempre había veraneado acá porque es un destino hermoso, pero después de todo esto ya no lo veo de la misma manera”.