General Dynamics European Land Systems-Santa Bárbara Sistemas (GDELS-SBS) prevé llevar a cabo en la fábrica de Oviedo todas las fases de construcción del nuevo obús autopropulsado Nemesis si finalmente la compañía resulta adjudicataria del programa de reemplazo de los obuses M109 del Ejército de Tierra Español. El impacto laboral del contrato dependerá de las unidades a fabricar –el Gobierno anunció la adquisición de 145– y de los ritmos que se impongan. «En condiciones normales serían unos 350 empleos más en Trubia«, destacó Raúl Marcos, director de la planta ovetense de Santa Bárbara, que ya da empleo directo a más de 700 trabajadores y que ahora está centrada, principalmente, en la fabricación de los carros de combate 8×8 Dragón para el Ejército de Tierra Español (75 unidades están en pruebas actualmente tras acumular retrasos) y de los Hunter para Letonia (con las primeras seis unidades en talleres).
La multinacional General Dynamics ha desarrollado el prototipo del Nemesis en la parroquia de Trubia, en el municipio de Oviedo. Se trata de un sistema de artillería autopropulsada –a diferencia de los obuses remolcados– basada en el vehículo de combate Ascod. «La capacidad industrial no se improvisa. Tenemos tecnología novedosa y puntera, estamos preparados para cumplir los plazos y estamos esperando el pistoletazo de salida», destacó Víctor López, director comercial de Santa Bárbara Sistemas, en relación al contrato de los obuses para el Ejército Español y a la posibilidad de que Trubia vuelva a tener protagonismo en artillería. «El Nemesis no es un futurible, es una realidad que ya está haciendo pruebas de tiro», señaló Raúl Marcos.
La compañía destacó que la planta ovetense tiene capacidad en sus talleres para fabricar las plataformas, los módulos y los cañones del Nemesis y para la integración. Además, Santa Bárbara cuenta con un consolidado ecosistema de colaboradores formado por más de 900 empresas en España (con 30.000 empleados) de las que unas 250 son de Asturias. Para mostrar ese músculo, Santa Bárbara reunió ayer en el emblemático taller de artillería de Trubia a representantes de más de 300 proveedores. «Demostramos que la industria de la defensa sigue estando unida y fuerte, y que juntos podemos hacer grandes cosas», aseguró Alejandro Page, vicepresidente Santa Bárbara Sistemas, pese a las tensiones en el sector y a la nueva competencia de Indra en el segmento de los vehículos blindados, con una nueva planta en El Tallerón de Gijón. En el acto también estaba el presidente de Santa Bárbara, Juan Escriña; la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo; el presidente de Femetal, Antonio Fernández-Escandón; el primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, Nacho Cuesta; el delegado de Defensa en Asturias, el coronel Jesús Moreno, y su antecesor en el cargo, Luis González, y los responsables de Industria de los sindicatos UGT y CC OO en Asturias, Jenaro Martínez y Nacho Requena.
El director de la planta de Trubia, Raúl Marcos, apuntó que en diciembre estará listo el nuevo centro logístico de la factoría, que supondrá la creación de «entre 15 y 20 empleos» y que «tendrá efectos aguas abajo porque permitirá incrementar el ritmo de producción de la fábrica.
El puente de Asturfeito para trabajar para las armadas francesa e inglesa
Santa Bárbara presumió este jueves de ser un empresa «tractora». «Nuestro interés y vocación es desarrollar al máximo la cadena de suministro local», señaló el vicepresidente de la compañía, Alejandro Page. Empresas asturianas como Asturfeito han entrado en el sector de la defensa de la mano de Santa Bárbara. «Comenzamos en 1997 suministrando pequeñas piezas para el programa de vehículos blindados Pizarro y ahora nos encargamos del desarrollo de los depósitos de combustible de los carros de combate Hunter para Letonia», señaló Belarmino Feito, presidente de Asturfeito, que añadió que esa relación con Santa Bárbara fue la llave para realizar ahora proyectos para las armadas francesa e inglesa.
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