El duro relato de una ex empleada del geriátrico clandestino de Carlos Paz

Compartir

Una ex empleada del geriátrico clandestino que funcionaba en Villa Carlos Paz, rompió el silencio y contó a EL DIARIO que los abuelos eran «sometidos a maltratos, estaban mal alimentados y no eran higienizados». La mujer dijo que intentó alertar a algunos familiares y que presentó su renuncia al mes de haber sido contratada porque no soportaba la situación.

El lugar, que se encuentra ubicado en una casa particular en Lisandro de la Torre y Monteagudo, fue desalojado y clausurado por falta de habilitación en el día de ayer y comenzó una investigación penal.

Además, se hallaron a nueve adultos mayores en la propiedad y se confirmó que dos de ellos presentaban lesiones.

Priscila trabajó en el establecimiento y aseguró que se vivía un infierno en la residencia: «Trabajé poco más de un mes y me quedaron debiendo. Hacia el turno de la tarde, de 14 a 22 horas. Cuando llegaba, los abuelos estaban atados y yo los desataba. El lugar tenía tres habitaciones con tres camas cada una y había once abuelos en el lugar, así que dos dormía en el piso. Lo primero que hacían era pedirme agua, porque llevaban horas atados. Yo los desataba y sentaba en sillas a los que estaban en el piso». 

«Estaba sola en el turno, no había nadie más. Tenia que darles la medicación que me indicaban, teníamos que cuidarlos, curarlos y les limpiaba las heridas con jabón blanco, que era lo único que había. Nunca se los bañaba de cuerpo completo, solamente se les pasaba un trapo húmedo por el cuerpo. Se cocinaba solo al mediodía y de noche se recalentaba lo que quedaba y se servían porciones muy reducidas. Un día, veo a una de las abuelas con el ojo negro, le pregunté qué le había pasado y me dijo que le había pegado la dueña. Me comuniqué con la familia y la sacaron de ese lugar»; relató.

«Un día, la dueña quería que le pusiera una sonda a un abuelo en el cuello, y me negué. Le dije que no era enfermera, que no podía hacer eso. Era un verdadero infierno. Cuando llegaba a mi casa lloraba, no soportaba ver el maltrato y cómo golpeaban a los abuelos. Yo sé quiénes denunciaron, porque estamos en contacto con otras ex empleadas y familiares, yo también me voy a presentar en las próximas horas a realizar formalmente mi denuncia»; añadió Priscila, quien se mostró consternada.

Por el momento, la causa no cuenta con detenidos ni imputados y se aguarda el avance de la investigación.

Noticias Relacionadas