Los mellizos Caniggia volvieron a estar frente a frente tras un largo distanciamiento. Sin embargo, el encuentro dejó en claro que las diferencias persisten, sobre todo en torno a la pequeña Venezia, hija de Alex, a quien Charlotte no logra ver desde hace meses. La tensión familiar quedó expuesta en público y reflejó lo difícil que resulta recomponer ciertos vínculos.
“Me encanta ser tía, aunque, bueno, hace bastante no veo a mi sobrina porque nos peleamos y no la vi más. No me la muestran”, confesó ella durante su participación en el ciclo Por el mundo. La sinceridad de sus palabras evidenció la tristeza que arrastra por la distancia con la niña, un dolor que no esconde y que se animó a expresar ante cámaras.
Su hermano no tardó en responder, con una firmeza que dejó sin lugar a interpretaciones. “No le muestro a Venecia. Estuvimos peleados, la verdad. ¿Viste cuando la familia se pelea? Obviamente no le voy a mostrar a Venecia”, lanzó sin rodeos. Y agregó, con total seguridad: “Cada padre toma sus decisiones, y la mía fue que Charlotte no la vea”. El cruce fue breve, pero contundente.
La justificación no se limitó al conflicto en sí. “Tampoco es que la tía me llame y me diga ‘¿dónde estás? Ahí voy a visitarte’”, sostuvo él, en un intento de remarcar la falta de contacto. Lejos de suavizar su postura, la cerró aún más: “Estamos peleados, es obvio que no vamos a tener comunicación y menos va a ver a la sobrina”. El silencio entre ellos parece tan profundo como la herida que los distancia.
CHARLOTTE CANIGGIA HABLÓ DE LA RELACIÓN CON ALEX
El trasfondo de esta pelea remite a la historia familiar marcada por quiebres. Alex recordó su propia experiencia y la ausencia de unión en su infancia. “Yo que me separé y después luché para recuperar a mi mujer y a mi familia. Porque no es lo mismo estar con mi mujer y mi hija juntos… Melody, con Venecia también y los dos separados. No es la misma familia”, reflexionó, dejando en claro que su mirada está atravesada por el deseo de no repetir viejos errores.
Pese a todo, ella no se resigna. Durante su regreso al ciclo Qué tupé relató el reencuentro reciente con su mellizo, ocurrido en China. “Al principio fue difícil, pero después pudimos hablar como adultos y arreglar las cosas. Ahora estamos mejor, aunque no es lo mismo de antes”, reconoció. El acercamiento existe, pero la reconstrucción del vínculo todavía tiene un largo camino por recorrer.