La leyenda de Erks: La ciudad que se esconde dentro del Uritorco

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Las sierras de Córdoba no solo albergan paisajes de una belleza inigualable, custodian uno de los secretos más fascinantes del misticismo contemporáneo: la legendaria ciudad de Erks.

Se trataría de un enclave subterráneo, una metrópolis de luz y conocimiento, que según relatos y testimonios esotéricos, se encontraría bajo el imponente Cerro Uritorco de Capilla del Monte.

Esta ciudad invisible, o «ciudad intraterrena», no es un simple mito local. Para sus creyentes, Erks es una de las 13 ciudades sagradas que conforman una red energética global. Su existencia se enmarca en un fenómeno de turismo de nicho que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, atrayendo a millones de personas que buscan experiencias que van más allá.

Un polo de atracción internacional

Capilla del Monte y el Cerro Uritorco se han convertido en un epicentro de peregrinación para quienes buscan lo inexplicable. Avistamientos de ovnis, fenómenos paranormales y la figura de la ciudad de Erks han consolidado la reputación del lugar como un «portal energético». Buscadores de conocimiento, practicantes de meditación, ufólogos y viajeros espirituales llegan desde rincones tan dispares como Japón, Estados Unidos, Alemania y México, con la esperanza de conectar con la energía del lugar.

Esta mística no solo nutre el espíritu, sino también la economía local. Hoteles, restaurantes, tiendas de cristales y centros de terapias alternativas han florecido al amparo de esta fama. El municipio de Capilla del Monte, consciente del potencial, ha sabido capitalizar la atracción, promoviendo eventos y congresos que giran en torno a estas temáticas.

Erks en el mapa mundial de ciudades subterráneas

Erks no está sola en su estatus de urbe intraterrena. Forma parte de un circuito internacional que llama la atención de millones de personas, un mapa de leyendas que incluye lugares como Telos, una supuesta ciudad ubicada bajo el Monte Shasta en California, o la mítica Agartha, un reino que se extendería por el centro de la Tierra y cuyas entradas, según la tradición, estarían custodiadas en varios puntos del planeta, como el Tíbet o el desierto del Gobi.

Estos lugares, más allá de la evidencia científica, se han convertido en símbolos de un anhelo humano por encontrar civilizaciones más avanzadas, más espirituales y en armonía con la naturaleza. La idea de que estas ciudades subterráneas resguardan conocimientos ancestrales y una tecnología superior es un poderoso motor para el turismo esotérico.

Un debate entre la fe y la razón

La existencia de Erks es, por supuesto, un tema de profundo debate. Para los escépticos, es un mito moderno, una herramienta de marketing que explota la credulidad de las personas. La geología del Cerro Uritorco no ofrece, hasta ahora, indicios de una ciudad subterránea. Sin embargo, para los creyentes, la ausencia de pruebas físicas es parte de la propia naturaleza de Erks.

La ciudad no sería de materia física, sino de una vibración más alta, solo accesible para aquellos con un desarrollo espiritual suficiente. El llamado «plano etérico» o «plano de luz» no puede ser medido con instrumentos convencionales.

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