El Ejército ruso lanzó la noche del jueves, horas después de que terminara en Estambul una nueva ronda de negociaciones entre ambos bandos, un nuevo ataque contra el puerto ucraniano del mar Negro de Odesa que las autoridades regionales han calificado de masivo y ha provocado daños en infraestructuras civiles. El ataque afectó también a las regiones de Donetsk, Sumi y Mikoláyiv.
El gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper, aseguró que se han producido varios incendios como consecuencia del ataque, que ha provocado daños en varios edificios de viviendas, en un centro comercial y en una gasolinera.
Los drones rusos también han causado desperfectos, según Kiper, en parte del patrimonio arquitectónico e histórico del centro de la ciudad que está bajo protección de la UNESCO.
Rusia también ha atacado la ciudad de Cherkasi, en el centro de Ucrania, donde al menos seis personas resultaron heridas, según ha informado el gobernador de la región homónima, Igor Taburets. Según Taburets, los rusos han empleado al menos un misil en un ataque. Rusia y Ucrania intercambian todas las noches ataques con drones de larga distancia contra sus respectivas retaguardias.
Kiev pide un alto el fuego inmediato para poder profundizar en las negociaciones para poner fin a la guerra, pero Rusia rechaza por el momento declarar esta tregua y aboga por abordar las cuestiones de fondo del conflicto antes de bajar las armas.
Precisamente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reprochado al Kremlin que vuelve a atacar ciudades ucranianas después de que los emisarios de Kiev insistieran en la reunión con los rusos celebrada en la víspera en Estambul en una propuesta de alto el fuego que sigue siendo rechazada por Moscú.