Paredes y el debut como titular en Boca: de la caída en el 0-1 al casi gol sobre el final

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Fue el primer gran golpe desde su vuelta. Uno inesperado, que duele. Leandro Paredes debutó como titular (había jugado 24 minutos contra Unión), pero ni así Boca encontró los caminos para evitar una prematura eliminación en la Copa Argentina. Con poco, con pragmatismo puro, Atlético Tucumán le borró la sonrisa al volante central de la Selección Argentina. Parado de doble cinco junto a Alarcón, el 5 padeció la falta de funcionamiento colectivo que tuvo el equipo de Miguel Ángel Russo.

Paredes jugó demasiado retrasado y estuvo lejos de la zona de influencia en el ataque de Boca

El ex Roma, que llegó para contagiar y no para ser contagiado, fue víctima de la falta de soluciones que hace rato arrastra Boca. No logró hacerse eje del juego Xeneize, que por donde más atacó fue por la derecha con Barinaga. Es cierto que pudo conectar algunos pases, pero no los suficientes. Al verse obligado a retroceder demasiado para encontrar la pelota se alejó de la zona de influencia creativa y el Xeneize lo sufrió. Su partido lejos estuvo de ser destacado para alguien de su nivel y que genera tanta expectativa. Leandro no pudo gravitar con la pelota en los pies. No encontró casi nunca ese pase filtrado para poner en ventaja a los delanteros.

Por el contrario, se destacaron dos acciones negativas y apenas una positiva. En el primer gol, con la pelota cayendo en el área en forma de centro, perdió en un forcejeo y quedó tendido en el césped. Pidió falta, pero Mastrángelo no se la cobró y Ferreira terminó poniendo el 1-0 para los tucumanos. Seis minutos después fue amonestado por una dura falta. Se lo veía enojado, casi furioso. Impotente por la falta de juego de su equipo.

Tuvo una. Eso sí. Ya en tiempo adicionado, en el segundo de los siete minutos, estuvo cerca del descuento. Boca ya perdía 0-2. De frente al arco, Paredes recibió y sacó un derechazo con la cara interna. Casi un pase a la red. La pelota se pegaba al palo izquierdo de Mansilla, pero el uno llegó a manotear el balón y le ahogo el grito, que llegaría demasiado tarde desdde la garganta de Cavani.

La eliminación en Copa Argentina dejó en claro que con Paredes solo a Boca no le va a alcanzar. Sin funcionamiento no hay milagros.

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