Xuso Jones: «El show está bien, pero lo que de verdad conecta es lo real, lo humano»

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¿Quién es Xuso Jones cuando se apagan los focos y no hay ningún micrófono cerca?

¡Soy el mismo Xuso dentro y fuera del foco! Me encanta estar con los míos, cocinar, ver series (a veces las mismas tres de siempre) y seguir soñando con lo próximo. Sin cámaras, soy un chico muy de casa, muy de amigos. Me gusta vivir una vida sencilla sin complicarme demasiado.

Empezaste pidiendo un McMenú cantando en un McAuto y hoy eres cantante, presentador, creador de contenido, podcaster… ¿En qué momento sentiste que todo esto se había convertido en algo grande?

El día que vi que un momento divertido podía abrir tantas puertas, entendí que todo lo que se hace con corazón, aunque sea desde un coche en un McAuto, puede llegar muy lejos. El ‘boom’ fue rápido, pero lo grande de verdad ha sido mantenerme haciendo lo que más me gusta, que es entretener y comunicar.

Has sido telonero de artistas como Justin Bieber o Selena Gomez. ¿Cuál fue el backstage o la anécdota más surrealista que recuerdas?

¡Hay muchas! pero cuando estuve con la gira de España veo que empiezan a entrar en el camerino 10 personas con un montón de manjares de comida, snacks, bebidas, pero una cosa desmesurada, que yo estaba pensando: «Bueno, si esto no es éxito, que baje alguien del catering y lo vea». Empiezo a comer ese festín de comida y veo que viene una chica superapurada y me dice: «Perdona, que nos hemos equivocado». Era toda la parte caliente que faltaba del catering de Justin Bieber.

Has pasado por OT, La Voz, Tu cara me suena, MasterChef Celebrity… ¿Cuál de todas esas experiencias fue la que más te transformó y por qué? ¿Te arrepientes de haber dicho ‘sí’ a algún programa?

Tu cara me suena fue una locura, me transformó literal y emocionalmente. Me sacó de mi zona de confort y me hizo valorar mucho el trabajo de otros artistas. ¿Arrepentirme? No, ¡jamás! Creo que todo, de una manera u otra, en esta vida te aporta algo bueno. Pero sí, como todo el mundo, al haber pasado por unos trabajos y otros tienes tus preferencias.

Después de tantos concursos, ¿sigues sintiendo nervios al subirte a un escenario?

¡Claro que sí! El día que no los sienta, sabré que algo no va bien. Los nervios son ese cosquilleo que te recuerda que amas lo que haces y que sigues estando vivo e ilusionado.

Poco se habla: tu podcast junto a Ana Brito ha arrasado y ha recibido premios como el Ondas Global al mejor anfitrión. ¿Qué te aporta el formato podcast que no encuentras en la música o la tele?

¡Libertad total! El podcast me permite ser yo, sin filtros, sin guiones, riéndome como si estuviera en el salón de casa. Y encima lo hago con Ana, que es mi amiga y una genia. Es como terapia, donde permitimos que el invitado se sienta en una zona de confort donde no vamos nunca a hacer clickbait ni a perjudicar su imagen. La línea editorial que seguimos es muy transparente.

¿Cuál ha sido la crítica más dura (o injusta) que te ha tocado recibir en redes?

Recibo críticas como cualquiera, aunque tengo la gran suerte de recibir muchísimo cariño tanto en la calle como en las redes, lo cual agradezco. Pero ya que me has preguntado esto, al haberse democratizado la opinión de las personas en las redes, creo que hay que hacer un trabajo interior y quitarle valor a lo que pueda decir una persona que ni conoces y no sabes quién es por redes sociales. Por eso vivo tan tranquilo, porque cuando me hizo ese click la cabeza y entendí y asimilé que no me puede afectar lo que diga alguien que no sé quién es, se vive mucho más feliz.

Eres muy activo en redes, ¿qué es lo que nunca compartirías? ¿Dónde pones tu límite?

Nunca comparto nada que invada la privacidad de mi familia o amigos que no están en esto. Mis límites son claros: si no aporta, si no suma o si puede hacer daño, mejor no subirlo. También vas evolucionando y aprendiendo y me gusta hacer un contenido muy real, pero disfrutando también del momento. Muchas veces estoy en sitios que sería muy bonito grabar, pero prefiero disfrutarlo yo, mi mente y mi momento más que estar grabando para subirlo.

¿Cuál ha sido la colaboración o proyecto que más ilusión te ha hecho?

Ahora mismo con Lo sabe, no lo sabe en Cuatro estoy disfrutando lo más grande. Repartiendo dinero por las calles de España, conociendo cada ciudad, recorriendo literalmente toda España. Está siendo una gozada.

¿Cómo ves el futuro de la creación de contenido? ¿Más autenticidad o más show?

¡Ojalá más autenticidad! El show está bien, pero lo que de verdad conecta es lo real, lo humano. La gente ya no quiere máscaras, quiere personas reales. Antes era todo más aspiracional pero creo que estamos en la era de lo real. Nunca me ha gustado el postureo. A fin de cuentas todos sangramos igual, tenemos las mismas necesidades vitales, tiene que ser muy cansado estar todo el día con el palico metido en el culo para aparentar algo que no eres.

¿Qué sueño te queda por cumplir?

Pues mi mayor sueño te va a sorprender, pero pienso mucho en mi vejez (pensarás que estoy loco) y por eso siempre en pantalla y redes nombro mucho a nuestros mayores y reivindico que hay que cuidarlos. Pero mi sueño por cumplir, que es muy a largo plazo, es ese, cuando me haya retirado poder vivir en paz, feliz, disfrutando de lo cosechado con tranquilidad, familia y amigos.

¿Y si mañana se apagan todas las redes sociales? ¿Qué harías con tu vida?

Pues como buen buscavidas que soy, montaría alguna idea o proyecto nuevo. Me encantaría montar un hotel boutique sostenible en la Región de Murcia. Algo que me hiciera pasar mucho más tiempo en mi tierra.

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