Alejandra «Locomotora» Oliveras, excampeona mundial de boxeo y actual convencional constituyente de Santa Fe, enfrenta su desafío más complejo fuera del ring. La reconocida figura pública permanece en estado crítico en el Hospital José María Cullen, donde un equipo médico monitorea de cerca su evolución tras sufrir un ACV isquémico que le provocó parálisis en el lado izquierdo del cuerpo.
Según el director del centro de salud, Bruno Moroni, el cuadro clínico de la exdeportista no ha presentado cambios significativos en las últimas horas. «Seguimos en una etapa crítica donde la evolución puede cambiar en cualquier momento», explicó el profesional, enfatizando que Oliveras mantiene la parálisis y un estado confusional, aunque no requiere asistencia respiratoria mecánica, un indicio alentador dentro de la gravedad.
El episodio cardiovascular ocurrió el lunes por la mañana. La exboxeadora manifestó sentirse mal en su domicilio y fue trasladada de urgencia al hospital, donde se confirmó la obstrucción arterial cerebral. Un aspecto que ha llamado la atención de los médicos es que Oliveras no presentaba antecedentes de factores de riesgo conocidos para este tipo de eventos, lo que añade un velo de misterio a la situación.
La delicada salud de «Locomotora» Oliveras ha tenido repercusiones inmediatas en el ámbito político provincial. La convencional no pudo asistir al inicio del debate por la reforma constitucional de Santa Fe, un proceso histórico que podría habilitar la reelección del gobernador Maximiliano Pullaro. Su ausencia se sintió en un momento clave para la provincia.
Oliveras, quien se retiró del boxeo profesional en 2019, dio el salto a la política en 2021 como candidata a diputada nacional. Posteriormente, formó parte del Ministerio de Seguridad bajo la gestión de Patricia Bullrich. Su carrera política más reciente la llevó a ser electa como convencional constituyente el pasado abril, obteniendo un significativo 5,6% de los votos. Su figura, conocida por su fuerza y determinación en el deporte, ahora se convierte en un símbolo de lucha por su propia vida.