Argentinos, a la educación!

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En la Escuela Técnica Roberto Rocca de Campana se celebró por cuarta vez el Día de la Educación. Más de 300 referentes del sector público, privado y académico se dieron cita para compartir reflexiones en torno a un tema que a veces no parece preocuparnos lo suficiente. Vienen al recuerdo las palabras del presidente de una importante automotriz cuando en 2021 refería que no conseguían 200 trabajadores con nivel secundario completo, necesarios para mantener la actividad.

Si no hacemos frente a esta debilidad, nos vamos a encontrar con un país muy complicado”, pronosticó Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint y anfitrión del encuentro en conmemoración del nacimiento de su padre, quien tanto contribuyó a la construcción de un modelo industrial argentino capaz de competir en el mundo. “Tuvimos que entrevistar a 10.800 personas para conseguir 3800”, se lamentó en relación con los puestos a cubrir para el Proyecto La Calera, en Neuquén. Los candidatos no pudieron responder preguntas simples del tipo como si con dos litros de aceite hago funcionar 4 motores, cuántos litros se necesitan para que funcionen 10.

Las pruebas estandarizadas nacionales confirman que uno de cada dos chicos de primaria no comprende lo que lee y uno de cada 10 directamente no sabe leer. ¿Cómo llegan al secundario? Apenas el 14,2% de los alumnos del último año alcanza el nivel esperado en Matemática. En Lengua, menos de la mitad logra niveles básicos. Rocca mostró su preocupación por el abandono escolar con apenas un 13% de los estudiantes secundarios que terminan en tiempo y forma. “¿Qué pasa con la otra mitad que no termina?“ se preguntó Erica Bienek, directora de Relaciones con la Comunidad del Grupo Techint, quien instó a no desentendernos de que el 95% de los estudiantes de nivel socioeconómico bajo no alcancen suficientes habilidades matemáticas.

La vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, reflexionó sobre el largo período en el que hemos considerado que las evaluaciones eran estigmatizantes y eso retrasó posibles avances. ¿Cómo ayudar a quienes lo necesitan si no logramos identificarlos? No hay difusión por establecimiento, por grado ni por alumno, una decisión que ya hemos cuestionado desde este espacio editorial.

Un tramo del evento incluyó un rico intercambio entre egresados y estudiantes sobre el impacto de las prácticas en su desarrollo profesional. El papel de la educación en la transformación industrial “es un componente esencial de un país, del progreso social, económico y educativo de un sociedad” advirtió Rocca.

Mariano Naradowsky, participante de un panel, se refirió a su libro El colapso de la educación, en el que desarrolla que no se trata de una metáfora sino de un sistema “en el que sus circuitos se retroalimentan negativamente y tienden a una parálisis técnica”. Lapidario, el director del área de Educación de la Universidad Di Tella afirma que “a la dirigencia no le importa la educación” y aclara que no habla “solamente de la política sino de la dirigencia empresaria, sindical, universidades…” Suma su mirada respecto de que no hay entre los actores los acuerdos necesarios, que falta masa crítica para avanzar y un cierto orden necesario para educar que conduzca a respetar la autoridad del docente, los horarios y no faltar, entre otros aspectos.

Los retos tecnológicos y productivos que enfrentamos nos encuentran en pésimas condiciones para dar las respuestas que necesitamos. Con todo lo que implica un sistema educativo en crisis, no tenemos ni un minuto que perder. Habiendo pasado ya 80 años de su célebre conferencia en Buenos Aires, José Ortega y Gasset nos diría hoy: ¡Argentinos, a la educación, a la educación!

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