La emoción la sorprendió en el momento menos pensado y después de una larga lucha. Rocío Marengo vivió uno de los capítulos más inolvidables de su vida en medio de las luces y las cámaras del programa de Juana Viale. No fue en la intimidad de su casa ni junto a su pareja, Eduardo Fort. Fue ahí, frente a una mesa de figuras top y sin imaginarlo, cuando recibió la noticia que tanto había soñado: estaba embarazada.
Y se animó a confesar cómo fue esa situación con lujo de detalles, sin filtros y fiel a su estilo. Rocío sabía que ese instante la iba a marcar para siempre. En una charla íntima con el programa Primer Plano de Chile, relató con emoción contenida: “Me dice mi familia que fue muy a lo Marengo. Yo no quería hacer un estudio de sangre porque me daba miedo. Pensaba que iba a ser otra piña en la cara, que otra vez la inyección…”.
Durante mucho tiempo, Marengo confesó haber postergado ese análisis. El miedo a una nueva decepción, a otra frustración médica, la paralizaba. Pero Fort fue quien la empujó a dar ese paso: “Me dice mi novio que había que hacer un estudio de sangre, ponerle fecha, ‘vas, te hacés el estudio y sea lo que sea, hay que seguir’”.
Ese mismo día, Rocío se sentó en la mesa del programa que conduce Juana y nunca dio indicios de nada. Nadie se imaginaba lo que le pasaba por dentro, hasta que su celular vibró. “Me escribe mi médica, ‘¿Podés hablar, terminaste de grabar?’”, recordó. Se apartó, se tapó como pudo y escuchó: “Y me dice ‘estás embarazada’”.
LA REACCIÓN DE ROCÍO MARENGO AL ENTERARSE QUE ESTABA EMBARAZADA EN VIVO
Lo que vino después fue puro corazón. “Me desmorono de llanto y toda la mesa se para y me pregunta si estaba bien. Y yo no podía decir, recién me estaba enterando, no sabía mi marido, y les digo ‘sí, sí, es una buena noticia’”, confesó la actriz con una emoción total.
Rocío recordó que la emoción era tan fuerte que apenas pudo sostenerse en pie. “Estaba como un poquito pechugona”, admitió entre risas. Al terminar el programa, se le acercaron Nacho Viale y Juana. “Y yo pensando ‘¿y ahora qué hago? ¿a dónde salgo a contarlo?’”, reveló.
La vida le dio esa noticia como un regalo entre bambalinas, en silencio y en medio de la televisión. Una escena que podría haber sido parte de una película, pero fue la suya. Y la emoción de Marengo, lejos de las cámaras, fue real.