Cristina Fernández de Kirchner volvió a salir al balcón de su departamento donde cumple una condena a seis años de prisión por corrupción en la causa Vialidad. Lo hizo después de que la Justicia respondiera el pedido de aclaratoria elevado por su abogado defensor, el doctor Gregorio Dalbón, respecto de si la exmandataria podía o no hacer uso de ese espacio y se explayase sobre las restricciones que pesan sobre su conducta.
En el fallo que le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria, se instó a CFK a “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”, en referencia a la congregación de militantes que suelen concurrir a las puertas de su domicilio sito en San José 1111, en el barrio porteño de Constitución.
Luego del pedido de aclaratoria, los jueces del Tribunal Oral Federal 2, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini, respondieron: “Debemos recordar que el tribunal no ha vedado a la Sra. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, en principio, el uso y goce de ningún espacio específico de la arquitectura del inmueble en el que habita”, dice el comunicado, y agrega: “En cuanto al comportamiento que se le exige adoptar en el citado inciso, se espera de la solicitante el criterio, la prudencia y el sentido común suficientes para discernir en qué contexto el uso del balcón resultará una acción inocua y en cuál podrá implicar una perturbación para la tranquilidad y la convivencia pacífica del vecindario y sus habitantes (única y exclusiva situación que se pretende proteger con la regla de conducta en cuestión)”.
En la mesa del programa «Comunistas» debatieron sobre el uso del balcón y su significado político. El conductor Juan di Natale explicó que se activó la vigilancia electrónica de la líder del PJ por medio de una tobillera. Aunque no se confirmó si el dispositivo ya fue colocado, desde la mesa coincidieron en que la decisión tiene un fuerte simbolismo político. “¿Dónde se va a ir? Es la persona más reconocida del país”, ironizó la politóloga e internacionalista Cecilia Degl’Innocenti.
Para el diputado nacional Gabriel Solano, invitado a la emisión del programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 20.30, la medida busca “humillar” a Fernández de Kirchner, porque “no existe riesgo de fuga”. El diputado vinculó la decisión judicial con una «estrategia de distracción frente a la crisis económica».
La vuelta de Fernández de Kirchner al balcón ocurrió tras varios días de tensión. Desde el 14 de junio, una resolución judicial había limitado los actos públicos en la puerta de su domicilio, lo que derivó en un desalojo por parte de la Policía de la Ciudad y protestas de sus seguidores. En ese marco, la exmandataria publicó un mensaje en redes sociales: “Menos mal que no tengo macetas”, ironizó sobre la «imprecisión» de la orden judicial.
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Solano apuntó que las condiciones que rigen la detención domiciliaria de Cristina Kirchner anticipan una «posible modificación» si el Gobierno considerase que conviene cambiar las reglas, según opinó. “Esto es más político que judicial”, resumió. Además, recordó que la cifra oficial de desocupación en la provincia de Buenos Aires superó el 9% y que el Gobierno podría usar las medidas sobre Cristina para desviar la atención de la crisis.
Desde su domicilio en San José y Humberto 1°, Fernández de Kirchner retomó el contacto visual con sus seguidores, en medio de un dispositivo que mezcla simbolismo, control judicial y vigilancia electrónica. A partir de ahora, cualquier alteración al orden público, por más mínima que sea, estará bajo escrutinio. Solano anticipó: “Todo dependerá del humor del Gobierno y de cuánto ruido genere su saludo”.
LB / FPT