La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo este jueves que la guerra comercial por los aumentos de aranceles de Donald Trump frenará el crecimiento de la economía mundial y aumentará la inflación global y dio algunos consejos a los países sobre cómo enfrentar la crisis. Y mencionó específicamente el caso argentino: “La situación de Argentina es un ejemplo de un país que ha logrado grandes avances a través de reformas estructurales y disciplina fiscal”, dijo.
En el tradicional discurso “curtain raiser”, que es previo a la inauguración de la Asamblea de Primavera del FMI de la semana que viene en Washington y donde se anticipan los grandes temas que se debatirán en esa reunión internacional, Georgieva dijo que las nuevas políticas proteccionistas de Estados Unidos ponen a prueba “la resiliencia” global porque se reinicia el comercio.
A la Asamblea, donde participan todos los ministros de Economía y Finanzas de mundo, más los presidentes de los Bancos Centrales, llegarán Luis Caputo y parte de su equipo más Santiago Bausili.
Se espera que la economía mundial crezca más lentamente este año y experimente una inflación más alta de lo anticipado anteriormente, según los nuevos pronósticos que publicará el Fondo Monetario Internacional y que mostrarán las consecuencias globales de la guerra comercial de Estados Unidos, dijo Georgieva.
Las proyecciones de crecimiento, que se publicarán a principios de la próxima semana, ofrecerán la indicación más clara hasta la fecha del daño que las políticas económicas del presidente Trump están teniendo en la producción mundial. Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha impuesto una amplia gama de aranceles a la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos, al tiempo que ha aumentado aún más los gravámenes a las importaciones de China, Canadá y México.
«Nuestras nuevas proyecciones de crecimiento incluirán rebajas notables, pero no recesión», dijo la jefa del Fondo. «También veremos aumentos en las previsiones de inflación para algunos países».
Luego de su discurso, Georgieva se refirió a algunos temas ante la prensa y resaltó el caso argentino:
«La Argentina el año pasado tenía crecimiento negativo. La inflación estaba por las nubes y la pobreza crecía. Ahora, el país controló sus finanzas. El Gobierno está actuando con mucha disciplina y firmeza con las reformas, y donde estamos hoy, las proyecciones de crecimiento para Argentina este año son del 5%«.
«Pueden reducirse un poco debido al ambiente global, pero de una recesión a un 5%, con una inflación de dos dígitos a un dígito mensual y, lo más importante, la pobreza de más del 50% a menos del 40%”, remarcó la directora gerente.
“La situación de Argentina es un ejemplo de un país que ha logrado grandes avances a través de reformas estructurales y disciplina fiscal”, dijo.
Ante la prensa, Georgieva también destacó el apoyo popular al gobierno argentino y dijo que el pueblo ve “un compromiso claro del Gobierno” para avanzar con las reformas necesarias para mejorar la situación del país. «La gente apoya al Gobierno, ¿Por qué? Porque ven disciplina, compromiso y cumplimiento de promesas»
¿Qué pueden hacer los países? “Mucho, y algo más”, dijo la directora en su discurso
“En primer lugar, todos los países deben redoblar sus esfuerzos para poner en orden sus propias casas. En un mundo de mayor incertidumbre y frecuentes perturbaciones, no hay lugar para demoras en las reformas destinadas a mejorar la estabilidad económica y financiera y el potencial de crecimiento”, dijo.
“Por lo tanto, la mayoría de los países deben adoptar medidas fiscales resueltas para reconstruir el margen de maniobra de las políticas, estableciendo sendas de ajuste gradual que respeten los marcos fiscales. Para proteger la estabilidad de precios, la política monetaria debe seguir siendo ágil y creíble, respaldada por un firme compromiso con la independencia de los bancos centrales. Los banqueros centrales deben estar atentos a los datos, incluidas las expectativas de inflación más altas en algunos casos”, agregó.
“En el ámbito financiero, una regulación y una supervisión estrictas siguen siendo esenciales para mantener la seguridad de los bancos, y es necesario vigilar y contener los crecientes riesgos de las entidades no bancarias. Las economías de mercados emergentes deberían preservar la flexibilidad del tipo de cambio como amortiguador”, señaló Georgieva.
Las economías emergentes pueden ponerse al día “a través de reformas ambiciosas en la banca, los mercados de capitales, la política de competencia, los derechos de propiedad intelectual y la preparación para la Inteligencia Artificial, todo lo cual puede contribuir a un mayor crecimiento. En muchos casos, el Estado puede y debe hacer mucho más para reducir los obstáculos a la empresa privada y la innovación, en otras palabras, eliminar las lesiones autoinfligidas”.
“El FMI ayudará a los países a gestionar el ajuste macroeconómico y a promover las reformas. En la actualidad, 48 países dependen del apoyo de nuestra balanza de pagos, entre ellos Argentina, donde las sólidas reformas orientadas al mercado están ahora respaldadas por nuestro programa más reciente y de mayor envergadura”.
La Argentina fue el único país mencionado por la directora gerente en su discurso. El gobierno de Javier Milei acaba de acordar con el FMI un nuevo programa de Facilidades Extendidas por US$ 20.000 millones con un adelanto inicial de US$ 15.000 millones para fortalecer las reservas y poder salir del cepo sin turbulencias. El país es el principal deudor del FMI.
En su discurso, Georgieva enfatizó que “los países deben renovar su atención a los desequilibrios macroeconómicos internos y externos. Los equilibrios internos entre el ahorro y la inversión son fundamentales, y pueden inclinarse demasiado hacia un lado u otro. Aquí ilustramos con una muestra de grandes países y bloques, mostrando las tasas de ahorro e inversión como porcentaje del PIB”.