Un Instituto histórico está entre los mejores de la Basketball Champions League

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Instituto se debía un partido así, a lo grande. Dar la talla en un encuentro importante, decisivo, para creer que puede más. Para saber que está para más. Fue un salto de calidad.

En Brasil, ayer Instituto se anotó en la historia. Escribió un capítulo más en su rico historial presente. Superó a Minas Tenis Clube, por 79 a 74, y se clasificó por primera vez, a la Final 4 de la Basketball Champions League Americas (BCLA). Cerró la serie de cuartos de final 2-1 ante el líder del básquetbol brasileño y está en los cuatro mejores del máximo torneo continental.

Instituto dio la cara cuando más lo necesitaba. Era a todo o nada el partido, y se llevó todo de Belo Horizonte, el premio mayor. El equipo conducido por Lucas Victoriano pasó por grandes pasajes de básquet con otros no tanto, principalmente en el segundo y el último cuarto, pero fue un grupo solidario luchador. Fue ganador. Y fue superior.

El elenco de Alta Córdoba terminó el tercer cuarto con 15 de ventaja, 65-50 (llegó a ser de 16 la máxima). Una diferencia que le sirvió para aguantar el atropello del final de Minas, que empujado por su localía y las obligaciones, entregó el resto. Pero se topó con un Instituto cargado de personalidad. Esa personalidad que transmite su entrenador Lucas Victoriano.

En un partido en que rindieron todos, solventados en la actuación colectiva, la tarea de Bautista Lugarini fue consagratoria. El mejor partido con la camiseta de Instituto y eso que tuvo muchos buenos. El ala-pivote rosarino se destacó en todos los rubros, con 18 puntos (2/3 triples, 4/8 dobles y 4/5 en tiros libres ), más 8 rebotes, 5 asistencias, un robo y dos tapas, una clave en el minuto final, en 29 minutos.

Y si tuvo que sufrir hasta el final la Gloria fue porque Nicola Pomoli se fue antes por el límite de faltas. Con el uruguayo en cancha, el Albirrojo se sabía superior. El polifuncional jugador charrúa, que siempre aporta entrega y es puro optimismo, fue el goleador con 21 tantos y 5 recobres.

El resto del plantel aportó cuando Instituto lo necesitaba. Dieron una mano y entregaron y un plus para disimular las ausencia de Javier Saiz y de Tomás Monacchi.

En el segundo encuentro fue doblegado en los rebotes por Minas. En el partido decisivo de la serie, fue un cúmulo que dio batalla en la lucha aérea. Bajó 38 rebotes, 12 de ellos en ataque, mientras que los brasileños fueron más, pero no tanto: 42 y 12 ofensivos.

El altísimo 52 por ciento en triples (13/25) le permitió a Instituto disimular el bajo 37,8% en dobles (14/37) y el pobre 63,2% en tiros libres (12/19). Pero fue la defensa la que le dio vida de entrada a la Gloria. El equipo de Victoriano si está bien atrás, en la marca, gana confianza para ataque. Y el líder defensivo es el capitán Leandro Vildoza, que se multiplicó en la tarde brasileña para contener a Franco Baralle, el base cordobés de Minas, decisivo en el segundo choque.

Un partido “muy emocional”

“Fue un partido muy emocional, mucha presión de ambos lados”, confesó Victoriano, apenas terminó el partido, a La Voz.

Su Instituto pasó de una primer cuarto brillante, que ganó 32-21, al segundo en que demoró más de 7 minutos en anotar. Lo encaminó al final de la primera mitad, para irse al descanso adelante 42-40.

En el tercer segmento, otra vez fue superior Instituto, se jugó como quiso la Gloria. Entró con 15 de diferencia (65-50). Y bancó el envión de Minas en el capítulo final.

Aguantó, peleó y festejó con todo. Dio la talla y fue grande.

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