El matambre a la pizza es una opción deliciosa y fácil de preparar que combina la jugosidad de la carne con el inconfundible sabor de la pizza. Ideal para reuniones familiares o con amigos, esta receta es un éxito asegurado. Aprende a prepararlo paso a paso y sorprende a todos con su increíble sabor.
Ingredientes
1 matambre de ternera (aproximadamente 1 kg)
1 litro de leche (opcional, para tiernizar)
2 cucharadas de sal gruesa
1 cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de orégano
1 cucharadita de ají molido
2 cucharadas de aceite de oliva
300 g de salsa de tomate
200 g de queso mozzarella
100 g de jamón cocido (opcional)
1 morrón rojo en tiras
2 tomates en rodajas
Aceitunas verdes al gusto
Hojas de albahaca fresca (opcional)
Preparación
Paso 1: Tiernizar el matambre
Para que el matambre quede más tierno, colócalo en una olla con leche y deja reposar en la heladera durante 2 horas. Luego, escúrrelo y sécalo bien.
Si prefieres una cocción más rápida, simplemente retira el exceso de grasa y golpéalo ligeramente con un martillo de cocina para ablandarlo.
Paso 2: Cocinar el matambre
Precalienta el horno a 180°C.
En una bandeja para horno, coloca el matambre con el lado de la grasa hacia abajo.
Condimenta con sal, pimienta, orégano y ají molido. Agrega un chorrito de aceite de oliva.
Hornea durante 30 minutos hasta que la carne esté cocida y tierna.
Paso 3: Agregar la cobertura
Retira el matambre del horno y cúbrelo con la salsa de tomate.
Distribuye el jamón cocido y la mozzarella en trozos por encima.
Agrega las rodajas de tomate, las tiras de morrón y las aceitunas.
Lleva nuevamente al horno hasta que el queso se derrita por completo, aproximadamente 10-15 minutos.
Paso 4: Servir
Retira del horno y decora con hojas de albahaca fresca.
Corta en porciones y sirve caliente acompañado de una ensalada o papas al horno.
Consejos
Si prefieres un matambre más crujiente, cocínalo unos minutos adicionales a fuego fuerte antes de agregar la salsa y el queso.
Puedes variar la cobertura añadiendo champiñones, cebolla caramelizada o aceitunas negras.
Para una versión más ligera, opta por queso bajo en grasas y evita el jamón.